Friday, June 16, 2006

De tiempos, lunas y ojos

Era frío, como mármol, y el mármol no sólo es frío sino duro.
Las hojas, el sol, las dudas, el viento.
Caramelos en tu boca, caramelos, no me tocan, caramelos de miel...

Cosas que quedaron irresueltas en marañas de pelusa y canciones ahí escondidas en el viento, en los dedos fríos, en no querer guantes pero tener bolsillos.
Cosas que quedaron en mi cabeza como cuando lloré y me dormí, y alguien se durmió y todo el mundo dormía alrededor, y era como siempre, era como siempre la noche, las seis de la mañana en onvierno igual que siempre, la luna saliendo diferente y yo borracha miro la luna.
Y ahora es tan lejos, todo es tan lejos, pero en otra parte, otros encuentros, oro en tus ojos, oro en tus labios, oro en tus labios, esos labios y esos ojos, en la orilla del muelle y las ratas.
Confío en el dolor, en tu celeste, tu pelo, tu inseguridad para tocar mis manos, y esos dormires con sonrisas en la cara de la gente que se duerme entre mis piernas.