En el budismo tibetano, Tara blanca es una de las muchas deidades que otorgan longevidad, salud, serenidad y el paso seguro a la próxima vida.
Es pintada frecuente mente para el Dalai Lama, para protegerlo de la enfermedad y prolongar su vida. En caso de enfermedad repentina o de algún desastre, puede ser pintada en 24 horas, para crear un potencial positivo dedicado a la sanación o protección de la salud entre el pintor y quien pide la obra, ya que sin las personas que piden y patrocinan la creación de las obras de arte sagradas, ellas no existirían.
Esta obra que muestro acá arriba fue creada por la artista neozelandesa Ella Brewer por pedido de su hermana Wynne, en pos de un buen renacimiento de su abuela, y fue pintado en el centro Mahamudra de Nueva Zelanda en 2004.En la página de Ella pueden verse muchas otras pinturas de distintas deidades tibetanas.
Es importante decir que en el caso de los budistas, como en el de todas las artes relacionadas con la fe, el artista tiene que estar realmente comprometido con la obra e inspirado por esa fe al momento de crearla, además de que pintar en este estilo particular lleva años de aprendizaje (tanto plástico como espiritual) junto a un maestro pintor.
Y por último, según Lama Kyabje Zopa Rimpoché, maestro de Ella, crear objetos sagrados es importante y bueno para todos porque "Aún si enseñás el Dharma a seres sensibles, no todos llegan a escuchar. Si hacés objetos sagrados que cualquiera puede ver, creyentes y no creyentes, todos se benefician, como dijo Buda. Porque el poder del objeto sagrado no requiere una devoción profunda o fe para entregar todos los beneficios"
Me parece interesante esta visión del arte según los tibetanos, y por eso la comparto. Creo que en este momento nos falta un poquito más de esto y un poquito menos de latas de Campbell's, capaz.
